SABES QUé.... 12/08/2022
Lo importante para que tus pies de gato y tú os entendáis y os acopléis a la perfección, es elegir bien. Para eso, además de echarte una mano en este artículo, recuerda que te podemos ayudar in situ en cualquiera de nuestras tiendas Soy Green.
La forma del pie de gato dice mucho de su uso en la escalada. Cuando este calzado es simétrico, resulta más cómodo y llevadero. Nos recuerdan más a unas zapatillas y por ese motivo al pie le parecen más confortables. Al no tener zonas más afiladas, la exactitud a la hora de escalar es menor. Este tipo de calzado es ideal para amantes nóveles de la escalada, para vías de largos en las que el pie se cansa más si pasa demasiado tiempo constreñido y para entrenar en el rocódromo. En cambio, los asimétricos, con un acabado puntiagudo y afilado en la punta, están recomendados para apretar en vías más duras. Son perfectos para escalada deportiva en la que el grado ya va subiendo.
Bajo la misma premisa, tendremos en cuenta si la forma de la suela es plana o curva. La primera también está pensada para una escalada menos "apretona" y la suela curva posee esa forma para que quien escala pueda hacer mayor fuerza en el dedo gordo del pie. Así, se recomendaría para personas acostumbradas a vías de un grado más elevado o entrenamientos duros.
Muchas veces la gente llega a nuestras tiendas con la duda de si es mejor para ellos el velcro o los cordones. El primero es rápido y sencillo de usar, para poderse calzar y descalzar enseguida. El segundo nos garantiza que el pie queda más recogido y apretado, aunque es menos ágil usándolo en rocódromo, por ejemplo.
También una de las mayores dudas a la hora de comprar un pie de gato es si cede y cuánto. ¿Por qué? Porque normalmente se compran de la talla justa o menor de la habitual en el caso de tener experiencia en la escalada, por lo que es importante diferenciar si el tejido es sintético o de piel. El sintético cede menos ya que las microfibras no suelen estirarse. Son una buena opción para escaladores veganos o aquellas personas que prefieran no usar pieles en general. Con los tejidos sintéticos el pie tiende a sudar más, algo a tener en cuenta. En el caso de que el pie de gato esté confeccionado en piel, es preferible escoger una talla por debajo a la que teníamos en mente porque sí ceden más. La sensación en el pie suele ser más agradable y la transpiración menor.
Además de estas claves, ten en cuenta que la forma de tu propio pie también va a influir a la hora de decidir qué calzado escoges. También tus gustos sobre los colores y la marca. ¡Hoy en día hay tanta variedad en el mercado que te tomará tu tiempo decidirte!