SABES QUé.... 11/05/2023
Seguro que has estado mínimo una vez en tu vida en un paraje natural tan increíblemente bello que, además de dejarte sin palabras, te ha hecho pensar: ojalá no se estropee, desearía que se mantenga así de puro por mucho tiempo.
Somos muy conscientes de que vivimos en la época de la tecnología, de la inmediatez y de las redes sociales. Parece que siempre hemos de compartir nuestra ubicación y lo que estamos haciendo. Especialmente en las vacaciones o escapadas. No criticamos ese lado social de compartir y recomendar algún lugar para que más gente pueda disfrutar de él, eso está genial. Pero antes de compartir ubicaciones del medio natural, pensemos primero en la fauna y la flora que allí habitan y en lo que es mejor para ellas.
De esta forma, nace la idea de preservar los espacios naturales sin geolocalizarlos. Con el objetivo de maximizar su protección y asegurar su conservación, la propuesta es no revelar la ubicación exacta al público en general. No queremos que esto se entienda como un gesto egoísta para con el resto de personas, sino un gesto altruista hacia el Medioambiente.
La decisión de compartir o no tu geolocalización depende de ti, claro está, aquí sólo queremos comentarte algunos pros de no hacerlo:
Proteger al medio contra la explotación: desgraciadamente existen personas irresponsables que pueden dañar el espacio natural o buscar explotarlo para obtener beneficios económicos sin pensar en el perjuicio que puedan causar.
Conservar los hábitats más sensibles: si no promovemos las visitas a ciertas zonas, evitamos su masificación y el paso excesivo de humanos que puedan afectar a los animales que vivan allí.
Reducir el turismo masivo: en pro de buscar la sostenibilidad, lo ideal es reducir las visitas en ciertas zonas en las que un ambiente masificado pueda suponer un perjuicio ambiental.
Tampoco todo es malo, así que, reflexionemos sobre los contras de no hacerlo:
Limitar el acceso al conocimiento: si no se conoce la localización de un lugar, no se facilita tampoco el que pueda estudiarse su biodiversidad y por lo tanto, se podría mermar su conservación.
Educación ambiental: geolocalizando el entorno natural podemos educar desde la infancia en la importancia de preservar estos espacios.
Supervisión: si no proporcionamos la ubicación exacta es más difícil monitorearlos para protegerlos y conservarlos en caso de ser necesario.
Por nuestra parte, una vez valorados los pros y contras, estamos seguros de que, en cada situación tomarás la decisión más acertada. ¡Gracias por ser consciente de que la montaña y cualquier entorno natural está para que lo cuidemos y lo respetemos!
